viernes, 15 de abril de 2011

A la caza del puma

Existen muchas aventuras e insólitas historias sobre la caza del legendario puma. Ese felino experimentado, bello y poderoso que caza solo y al que su leyenda le hace sombra.

Lo han catalogado en otras ocasiones con un término algo más actual: MQMF.

Sí señores! Las Maduritas Que Me Frungiría!

Mujeres con años de experiencia, sobre todo sexual. Curtidas amantes, apasionadas compañeras de cama, doctoras en las artes de la seducción e ilimitadas fuentes de sabiduría sexual. Aquellas que aunque dejaron atrás la inocencia de los veintitantos aún mantienen esa llama y, por qué no decirlo, ese cuerpo de diosa griega cultivado en el gimnasio. Aquellas que dejaron atrás la vergüenza, junto con su virginidad para abrir las puertas a la experimentación y las piernas a la energía de un cuerpo joven pero a la vez maduro.

El puma es el único animal que pasa de ser presa a ser cazador en cualquier local de noche. Esa fiera que te hace sentir pura carnaza con tan solo una mirada. Aquel que sin menospreciar los preliminares quiere sentirte dentro durante horas clavándote sus zarpas y haciéndote preso y sin dejarte escapatoria.

Pocos nos hemos cruzado con un puma y hemos salido airosos. Siempre dejan señal en tu cuerpo y memoria en tu entrepierna pero nunca vuelven sobre sus pasos desapareciendo entre la bruma del amanecer.

Son tan buenos amantes como conversadores hasta que llegan a la cama y lo único que escuchas de ellos son gruñidos, gemidos y jadeos animales.

Lo que diferencia a una bestia como el puma de sus congéneres más jóvenes es su gratitud en la cama. Toda la pasión ofrecida es altamente correspondida. No saben decir que no a lo que nunca han conocido… y eso que han conocido “savanas”.

Debo admitir que soy de los pocos hombres de casi 30 que se sienten atraídos por mujeres mayores que ellos y no puedo evitar clavar la mirada en sus cuerpos cultivados con los años cuando pasan junto a mí. Ellas sí se han ganado el derecho a llamarse MUJER y no chica…a lo que llegan o aspiran muchas con las que he estado.

Disfrutar del sexo como producto de un proceso de seducción previo, lo hace mucho más excitante y enriquecedor cuando es con una persona que desprende seguridad, atractivo, madurez y autodeterminación…características de las que carecen muchas veces las “chicas” y que compensan con un buen par de tetas firmes y una suave y pulida piel. Los hombres somos fáciles, lo sé, pero, de vez en cuando, agradecemos un perfil así.

No digo que no me atraigan las mujeres de mi edad o, incluso más jóvenes (dentro de la legalidad, claro XD ) pero el puma es un premio que para un cazador como yo, tenerlo en su vitrina de premios de la memoria, llena de orgullo y satisfacción.

Cada noche de cacería veo entre las sombras de los clubs, locales y bares, la silueta de alguno de esos felinos y sé que en la próxima ocasión que tenga no dudaré en disparar a matar.

No pierdas el tiempo esperando animales de leyenda, disfruta de la variedad que te ofrece la madre selva y quizá serás merecedor de enfrentarte algún día a una bestia como el puma.

Yo ya no estoy para enseñar…yo quiero que me enseñen!


Amig@s, esta noche toca salir de cacería!


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