jueves, 21 de febrero de 2013

Un fino hilo de esperanza



Tan solo un fino hilo sostenta kilos y kilos de una pesada carga. Compromiso, necesidad, deber, responsabilidad, proyectos de futuro,...una mejor vida. Todo ello cuelga de ese fino hilo que milagrosamente aguanta tan difícil reto. Un hilo forjado por el cariño y el apoyo de muchos, el amor de unos pocos, la fuerza de voluntad y una visión siempre positiva y esperanzadora de un mañana mejor.

Nos vamos, lo dejamos todo: padres, hermanos, amigos,...a esa ella o a ese él...Invirtiendo todas nuestras esperanzas en un nuevo proyecto, un nuevo país, una nueva ciudad y un nuevo trabajo. Pero la realidad es que viajamos casi a la misma mierda pero en otro idioma: Cambiamos la insolvencia por solvencia, el amor y/o el buen sexo por la castidad, la ausencia de corazón o un buen estómago, las comidas caseras por la "staff food", la comida de hogar con una habitación compartida que no llegas a sentir tuya,...cambias tu barrio por unas preciosas vistas de un hermoso paraje en donde no conoces a nadie y donde nadie sabe que existes.

Somos los nuevo inmigrantes, la mano de obra barata y cualificada de Europa. Nos reciben con los brazos abiertos y los bolsillos tintineantes. Nos compran con promesas de sacrificio a cambio de generosos salarios *pero en la letra pequeña, esa que no llegas a leer, habla de sacrificio de vírgenes, de tu alma (y tu lomo), de tu salud, de tu alegría...ese es el sacrificio que te piden a cambio de dinero y su caridad (ellos sienten que se lo debemos). 
Esto refuerza mi empatía con todos aquellos inmigrantes que veía cada día en mi ciudad en busca de trabajo y a los que se le pagaban cuatro duros la hora y a los que les poníamos cara de estar haciéndoles un favor. Ya por entonces sabía que era injusto ahora " siento en mis carnes" esa injusticia. 

Mientras seco platos, copas y cubertería charlo con mi amigo Antonio, licenciado en Historia y ex-profesor (ahora fregaplatos) mientras el equipo de cocina nos mira con cierto celosismo racial y se burla de nosotros entredientes (como si no entendiésemos lo que los muy ignorantes dicen...los que no saben más idiomas que el suyo sois vosotros INÚTILES). 

La sombra del despido me sigue cada semana por el restaurante..."tienes que trabajar más duro Fran".."...más rápido" "...aprender más"....y ahora que mis compañeros más veteranos han decidido dar el paso de marcharse, dejar el hotel y buscarse NO ALGO MEJOR SINO ALGO DECENTE...es ahora cuando "has hecho un buen trabajo"..."se nota tu esfuerzo"..."bla bla bla"....BULLSHIT!!!!!

Sólo nos tenemos a nosotros y ni siquiera puedes confiar en tu compañero de arriba porque es el primero que te vende a la primera de cambio. Así que te coges a los pequeños detalles que te reconfortan y que te ayudan a afrontar cada día: las bromas de Manuel, las imitaciones cómicas de uno de mis jefes que tan bien me salen hacer y que a todos gusta, las cervezas después del curro en la laundry (que aunque luego me cueste oler a tabaco durante horas, merece la pena) los días OFF en aquella tranquila cafetería con tu capuccino, tu portátil y tu conexión con la vida en España...el SPA que quita todos los males y te ayuda a desconectar aunque sea por un instante...y sobre todo el saber que este camino tiene un parada que no es la última parada pero que significa hacer un buen "transbordo"...así que si ves la luz al final del túnel sólo tienes que esperar a llegar y mientras tanto APRETAR EL CULO y dar lo mejor de ti mismo.

Pensar en ti ayuda mucho...me siento como Ben Afleck en Pearl Harbor...

Ese hilo no se va a romper porque está hecho de la más dura esperanza, el más fuerte positivismo y el más grande de los corajes... 

Ese hilo es como yo...delgadito pero duro de "co"romper

Gracias a los de allí que me ayudáis a seguir erguido y a los de aquí que lo hacéis más llevadero. Me siento más experto en la vida que ayer...pero también más viejo.



Esto es sólo un día más en Haslemere...(que se pronuncia Jeiselmer) ;)

miércoles, 20 de febrero de 2013

Lo que no pudo ser



Así es como te sigo teniendo en mi agenda desde el día en que nos dijimos tantas cosas y ninguna de ellas buena fruto de nuestra frustración, de nuestros miedos y de este contexto de mierda que nos ha tocado vivir. 

Es verdad que nuestra relación o lo que hubo entre nosotros, porque todavía no sé cómo definirlo, acabó por “intoxicarse” y el orgullo y la distancia impidieron que la salváramos.

Me reía de aquellas relaciones que acaban con un “si nos hubiésemos conocido en otras circunstancias”…ahora mataría a toda la familia de circunstancias porque sé que de haber estado ahí hubiese sido menos difícil conquistarte.

Debería haber estado ahí para ayudarte a superar esos miedos que dices que no tienes, a darte ese cariño que nunca me has pedido y que según tú no necesitabas, para agarrarte fuertemente de la mano cuando dudes, cuando aflojes, cuando lo necesites y cuando no.

Si te hubiese dado más besos y menos palabras, más abrazos y menos wassaps, más copas de vino, más risas y provocado menos lágrimas ahora trabajaría en un Burguer King pero sería feliz porque te tendría a mi lado.

No tengas prisa por volverte a enamorar porque ese sitio me lo he pedido yo hace tiempo y cuando vuelva, pienso ocuparlo. 

Y si “te amo” ya está desgastado inventaremos otra palabra…la que tú quieras, por muy disparatada que sea, porque me encantan tus disparates y acepto tu locura ya que para dos locos, la locura, es la pura normalidad.

Aceptaría tus celos desmedidos siempre que me dejes demostrarte que no tienes motivos. Aceptaría tu tendencia a ser demasiado empalagosa…si aceptas que yo lo sea más. Acepto tu visión de este mundo sin humanidad si me dejas enseñarte que aún queda esperanza…

Quiero ver cómo brillan tus ojos al mirarme y que sea yo quien se ruboriza al hacerlo. Quiero destapar la caja de Pandora de mimos, atenciones y miles de orejitas dirigidas a escuchar cada pregunta que tengas para mí…y si no encontramos la respuesta no desesperes porque nos divertiremos juntos saliendo a buscarla.

Quiero que me hagas reír con tus estupideces, con tus dobles sentidos y con ese humor que siempre me pilla desprevenido.

Y sobre todo, quiero amanecer por primera vez a tu lado y que sea la primera de muchas veces…porque yo nunca lo vi imposible. Ya lo había soñado antes.

Nota* Tú has provocado que vuelva a escribir…la culpa de reencontrar mi pasión es tuya. Gracias